1. Qué no tenga costuras en la zona del torso para evitar cualquier roce que pueda provocar una úlcera.

2. Debe ser lo suficientemente alto y ancho para evitar roces con los dedos.

3. Tiene que ser de un material flexible como la licra o la piel, que se adapte a cualquier tipo de deformidad como puede ser dedos de garra, mazo, martillo o incluso juanete.

4. En la zona interior, la plantilla debe ser de color claro al igual que los calcetines para detectar rápidamente posibles heridas, y así, evitar que se infecten.

5. Es recomendable que la suela sea antideslizante para evitar caídas.

6. El cierre debe de ser con velcro o cordón, para que, el pie esté totalmente sujeto y evitar inestabilidad.

7. Para cualquier duda sobre calzado, acude a tu podólogo de confianza.

Sonia Delgado Rubiales  •   Podólogo.